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Cómo crear una empresa española

España ofrece diversas oportunidades de negocio en varios sectores debido a su economía fuerte y dinámica. Entre los sectores clave con un importante potencial de crecimiento se encuentran los servicios de tecnologías de la información, el comercio electrónico, el diseño de interiores, los seguros, el negocio farmacéutico, la agricultura ecológica y las cocinas en la nube. La diversa geografía del país también favorece las actividades agrícolas, convirtiéndolo en uno de los principales productores de aceitunas, vino y cítricos. Además, ciudades como Barcelona y Madrid están emergiendo como centros tecnológicos, presentando numerosas oportunidades para startups tecnológicas y servicios digitales.

Índice

    Ventajas de crear una empresa en España por Internet

    1. Ubicación estratégica y asociaciones: España sirve de puerta de entrada a la región de Europa, Oriente Medio y Norte de África (EMEA) y mantiene fuertes lazos económicos con América Latina. Como miembro de la Unión Europea (UE), ofrece acceso preferente a uno de los mayores mercados del mundo, lo que la convierte en una base excelente para los negocios internacionales.

    2. Acogida de la inversión extranjera: El gobierno español ofrece normativas e incentivos empresariales favorables, lo que facilita la inversión y el establecimiento de empresas extranjeras. Este entorno acogedor ha convertido a España en uno de los principales destinos de la inversión extranjera directa en los últimos años.

    3. Infraestructuras dinámicas: España cuenta con una infraestructura avanzada, que incluye eficientes redes de transporte, puertos, ferrocarriles y un sistema de telecomunicaciones bien desarrollado con amplias redes de fibra óptica. Estas sólidas infraestructuras dan soporte a diversas operaciones empresariales y la convierten en una ubicación atractiva para las empresas que buscan expandirse.

    Estos elementos hacen de España una opción atractiva para emprendedores y empresas que buscan oportunidades de crecimiento y una fuerte presencia en Europa.

    Elegir la estructura empresarial adecuada

    Empresa individual (Empresario Individual)

    La empresa individual, conocida como "Empresario Individual", es una de las estructuras empresariales más sencillas de España. Se gestiona bajo el nombre del propietario, que tiene plena autoridad sobre la empresa. Aunque esta estructura permite un control total y un papeleo mínimo, conlleva una responsabilidad ilimitada, lo que significa que los bienes personales del propietario podrían estar en peligro si la empresa contrae deudas. No se requiere una inversión mínima y los ingresos tributan como renta personal.

    Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.)

    La Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.) es una opción popular entre los empresarios españoles, tanto nacionales como extranjeros. Ofrece el beneficio de la responsabilidad limitada, protegiendo los activos personales de los accionistas de las deudas de la empresa. Una S.L. puede constituirse con un único propietario o con varios socios, y requiere una inversión mínima de capital de 3.000 euros. Las acciones de la empresa no pueden transferirse libremente y se aplica el impuesto de sociedades. Esta estructura ofrece credibilidad y flexibilidad, pero implica más requisitos normativos que una empresa unipersonal.

    Sociedad Anónima (S.A.)

    La Sociedad Anónima (S.A.) es adecuada para grandes empresas y compañías que planean salir a bolsa. Esta estructura permite dividir el capital en acciones que pueden transferirse libremente, lo que facilita la captación de fondos. Requiere una importante inversión inicial de 60.000 euros y está sujeta a requisitos normativos más estrictos, incluidas auditorías periódicas. La responsabilidad de los accionistas se limita a su aportación y la empresa tributa al tipo del impuesto de sociedades.

    Sociedad Colectiva

    La Sociedad Colectiva es ideal para pequeñas empresas comerciales en las que dos o más socios comparten responsabilidades de gestión. Los socios tienen responsabilidad personal e ilimitada por las deudas de la empresa, y no se exige un capital mínimo. Esta estructura es adecuada para empresas en las que los socios tienen un alto nivel de confianza y participan activamente en las operaciones de la empresa.

    Sociedad Comanditaria

    Una sociedad comanditaria se compone de dos tipos de socios: los socios colectivos, que gestionan la empresa y tienen responsabilidad ilimitada, y los socios comanditarios, que sólo invierten en la empresa y no influyen en su gestión. La responsabilidad de los socios comanditarios se limita a su inversión. Esta estructura requiere al menos dos socios y no exige un capital mínimo.

    Sucursal frente a filial

    Para las empresas extranjeras, establecer una sucursal o una filial en España es una opción. Una sucursal es una extensión de la empresa matriz y no requiere un capital inicial mínimo, pero tiene una independencia limitada. Por el contrario, una filial es una entidad jurídica independiente con gestión separada y requiere la constitución de una S.L. o S.A. Esta distinción permite una mayor flexibilidad operativa y la capacidad de operar como entidad autónoma en España.

    Cómo registrar una empresa en España por Internet

    1. Obtener la residencia y el NIE (Número de Identificación de Extranjero)

    Antes de registrar una empresa en España, necesita obtener un permiso de residencia y el NIE, que le sirve como número de identificación. Este número es esencial para todas las actividades legales y financieras, como abrir una cuenta bancaria y pagar impuestos. Puede solicitar un NIE en el consulado español de su país de origen o dentro de España, y el proceso suele durar entre 3 y 5 días laborables.

    2. Registrar el nombre comercial

    Para asegurarse de que el nombre de su empresa es único, debe registrarlo en el Registro Mercantil Central. Tendrá que facilitar una lista de tres posibles nombres, y el registro confirmará la disponibilidad. Una vez aprobado, recibirá un certificado de unicidad, que reservará el nombre para su empresa. Este paso suele tardar unos tres días.

    3. Abrir una cuenta bancaria

    A continuación, abra una cuenta bancaria de empresa en un banco español y deposite el capital mínimo exigido para la estructura empresarial que haya elegido (por ejemplo, 3.000 euros para una S.L. o 60.000 euros para una S.A.). Tendrá que obtener un certificado bancario como prueba de este depósito, que se utilizará más adelante en el proceso de constitución. Este paso garantiza que su empresa tenga la base financiera necesaria para empezar a funcionar.

    4. Redactar y preparar la escritura de constitución

    La escritura de constitución es un documento legal que contiene información esencial sobre su empresa, como el nombre, la dirección, el objeto social, los datos de los administradores y los accionistas. Tendrá que hacer firmar esta escritura por un notario local, que verificará su autenticidad. El notario también se asegurará de que dispone de todos los documentos necesarios, como el NIE, el certificado de denominación social y el certificado bancario.

    5. Nombrar a un representante legal y fiscal

    Si no es residente, es obligatorio nombrar un representante legal y fiscal que actúe en su nombre en todos los asuntos administrativos. Este representante gestionará las interacciones con las autoridades españolas y garantizará el cumplimiento de la normativa local. El nombramiento se hace mediante un poder notarial, que permite a su representante gestionar los aspectos jurídicos, fiscales y financieros de su empresa.

    6. Obtener las licencias y permisos necesarios

    Dependiendo de su actividad empresarial, puede que necesite solicitar licencias y permisos específicos. Por ejemplo, si va a abrir un restaurante, necesitará permisos sanitarios y de seguridad, mientras que las tiendas minoristas pueden requerir una licencia municipal local. Es importante que consulte a las autoridades locales para asegurarse de que dispone de todos los permisos necesarios para operar legalmente.

    7. Registrar la escritura de constitución en la Administración Tributaria Local.

    El último paso es registrar su escritura de constitución en la Administración Tributaria Local. Este registro certificará a su empresa como entidad legal en España, permitiéndole obtener un Número de Identificación Fiscal (CIF) permanente. A continuación, deberá inscribir su empresa en el Registro Mercantil para completar el proceso de constitución. Una vez completado, su empresa estará oficialmente reconocida y lista para operar en España.

    Comprender el sistema fiscal

    Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

    El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto sobre el consumo que se aplica a la mayoría de los bienes y servicios en España. El tipo normal del IVA es del 21%, pero también hay tipos reducidos del 10% para determinados productos, como alimentos y bebidas, y del 4% para artículos de primera necesidad, como pan, leche y libros. Si su empresa suministra bienes o servicios sujetos a impuestos, debe darse de alta en el IVA y presentar periódicamente declaraciones de IVA. Esto se aplica incluso a las pequeñas empresas, y el cumplimiento de la normativa sobre el IVA es esencial para evitar sanciones.

    Impuesto sobre Sociedades

    El Impuesto de Sociedades en España grava los beneficios generados por las empresas. El tipo normal del impuesto de sociedades es del 25%, pero hay algunas excepciones. Las empresas de nueva creación pueden beneficiarse de un tipo reducido del 15% durante sus dos primeros años de beneficios. También existen diversos incentivos fiscales y deducciones, especialmente para las actividades relacionadas con la investigación y el desarrollo (I+D), así como para las inversiones en determinados sectores. Las empresas deben presentar declaraciones fiscales anuales y efectuar pagos trimestrales en función de sus beneficios estimados.

    Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

    El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto progresivo que se aplica a las personas físicas, incluidos los empresarios individuales y los trabajadores por cuenta ajena de las empresas. En el caso de los empresarios individuales, las rentas empresariales tributan en el IRPF. Los tipos impositivos son progresivos, lo que significa que aumentan a medida que se incrementan los ingresos, oscilando entre el 19% y el 47%, dependiendo del tramo de ingresos y de la región española. Como empresario, puede tener derecho a determinadas deducciones en función de sus gastos, situación familiar o inversiones. El cumplimiento de la normativa del IRPF exige la presentación periódica de declaraciones y pagos a lo largo del año.

    Inscripción en la Seguridad Social

    Una vez constituida su empresa, debe darse de alta en la Seguridad Social española para poder operar legalmente y contratar empleados. Este paso requiere la presentación de varios documentos, como la escritura de constitución, el NIE (Número de Identificación de Extranjero), el CIF (Número de Identificación Fiscal de la Empresa) y el formulario TA 0521, que es el impreso oficial de solicitud. Puede darse de alta a través de la oficina local de la Seguridad Social, y es esencial completar este proceso antes de empezar a contratar personal. Esto garantiza que su empresa y sus empleados estén cubiertos por el sistema de seguridad social español, que proporciona acceso a asistencia sanitaria, pensiones y otras prestaciones.

    Comprender las cotizaciones empresariales

    Como empresario en España, está obligado a cotizar a la Seguridad Social en nombre de sus empleados. El tipo total de cotización a la Seguridad Social es de aproximadamente el 30%-35% del salario de un empleado, siendo el empresario responsable de la mayor parte de esta cantidad. Estas cotizaciones cubren diversas prestaciones, como la asistencia sanitaria, el seguro de desempleo, los permisos de maternidad/paternidad y las pensiones. Es importante calcular y efectuar correctamente estos pagos para evitar sanciones y garantizar el cumplimiento de la legislación laboral española.

    Al darse de alta correctamente en la Seguridad Social y conocer sus obligaciones de cotización, se asegura de que su empresa cumple los requisitos legales y ofrece la protección necesaria a sus empleados.

    Contratar empleados en España

    En España existen varios tipos de contratos de trabajo que responden a distintas situaciones laborales:

    1. Contratos indefinidos: Son los más habituales y ofrecen un empleo indefinido sin fecha fija de finalización, lo que proporciona estabilidad tanto al empresario como al trabajador.

    2. Contratos temporales: Se utilizan para necesidades de empleo a corto plazo, como trabajo estacional o proyectos específicos. Tienen una fecha clara de inicio y fin y suelen utilizarse para funciones que se prevé que duren menos de seis meses.

    3. Contratos a tiempo parcial: Estos contratos son para empleados que trabajan menos horas que un empleado a tiempo completo. Las condiciones de empleo, incluida la jornada laboral, se especifican en el contrato.

    4. Contratos de formación y aprendizaje: Estos contratos están diseñados para personas más jóvenes que aún están adquiriendo competencias y formación. Permiten a las empresas contratar empleados a un coste menor al tiempo que ofrecen oportunidades de formación.

    Es crucial elegir el tipo de contrato adecuado para garantizar el cumplimiento de la legislación laboral española y satisfacer las necesidades tanto del empresario como del trabajador.

    Derechos y prestaciones de los trabajadores

    En España, los trabajadores tienen una serie de derechos y prestaciones:

    • Horas de trabajo: La semana laboral estándar es de 40 horas, con un máximo diario de 9 horas. Los empleados tienen derecho a pausas de descanso y a un mínimo de 1,5 días de descanso a la semana.

    • Vacaciones pagadas: Los empleados tienen derecho a un mínimo de 30 días naturales de vacaciones anuales retribuidas. Además, hay unos 14 días festivos, según la región.

    • Baja por enfermedad: Los trabajadores tienen derecho a una baja por enfermedad retribuida, que suele estar cubierta por la Seguridad Social, con indemnizaciones variables en función de la duración de la enfermedad.

    • Permiso de maternidad y paternidad: Las madres tienen derecho a 16 semanas de permiso de maternidad remunerado, mientras que los padres tienen derecho a hasta 12 semanas de permiso de paternidad. Ambos permisos pueden ampliarse en caso de parto múltiple o adopción.

    • Indemnización por despido: En caso de despido, los empleados pueden tener derecho a una indemnización por despido, que depende de la duración del empleo y del motivo del despido.

    Cotizaciones empresariales a la Seguridad Social

    En España, los empresarios son responsables de cotizar a la Seguridad Social por cada empleado. La cuota patronal es de aproximadamente el 30%-35% del salario bruto del empleado. Estas cotizaciones cubren prestaciones como la asistencia sanitaria, el seguro de desempleo, las pensiones y la invalidez. Los empresarios están obligados a deducir la parte de la cotización correspondiente al trabajador (en torno al 6,35% de su salario) y remitirla mensualmente a la Seguridad Social junto con la parte correspondiente al empresario.

    Al adherirse a estas obligaciones, los empresarios garantizan el cumplimiento de la legislación laboral española y proporcionan a sus empleados acceso a importantes beneficios y protecciones sociales.

    Consideraciones especiales para las empresas extranjeras

    Las empresas extranjeras que deseen establecerse en España tienen la opción de abrir una sucursal o una filial:

    • Sucursal: Una sucursal es una extensión de la empresa matriz y no es una entidad jurídica independiente. Permite a la empresa matriz operar en España sin necesidad de crear una empresa independiente. La sucursal debe inscribirse en el Registro Mercantil español y obtener un número de identificación fiscal (CIF). Una ventaja de esta estructura es que no se exige un capital mínimo, lo que la convierte en una opción rentable. Sin embargo, al no tratarse de una entidad jurídica independiente, la empresa matriz es responsable de cualquier deuda u obligación contraída por la sucursal.

    • Filial: Una filial es una entidad jurídica independiente que puede operar como Sociedad Limitada (S.L.) o Sociedad Anónima (S.A.). Esta estructura ofrece más autonomía y limita la responsabilidad a la propia filial, protegiendo a la empresa matriz de los riesgos financieros. Establecer una filial requiere una inversión mínima de capital de 3.000 euros para una S.L. y de 60.000 euros para una S.A. La filial debe cumplir toda la normativa local, incluidos los requisitos del impuesto de sociedades y las cotizaciones a la seguridad social.

    La elección entre una sucursal o una filial depende de factores como el nivel de control deseado, consideraciones de responsabilidad y la escala de las operaciones previstas en España.

    Requisitos de representación jurídica y fiscal

    Las empresas extranjeras que operan en España están obligadas a nombrar un representante legal y fiscal si no tienen un establecimiento permanente o presencia física en el país:

    • Representante legal: Esta persona o entidad está autorizada a actuar en nombre de la empresa extranjera en todos los asuntos legales, incluidas las interacciones con las autoridades españolas y el cumplimiento de la normativa. El representante debe estar familiarizado con las leyes y reglamentos españoles para garantizar unas operaciones comerciales fluidas.

    • Representante fiscal: El representante fiscal es el encargado de gestionar las obligaciones fiscales de la empresa, tales como la presentación de las declaraciones de la renta, las declaraciones del IVA y la gestión de los pagos de impuestos. Este representante es obligatorio para las empresas no residentes que realicen actividades empresariales en España.

    Para formalizar el nombramiento, debe otorgarse un poder a los representantes legales y fiscales, otorgándoles autoridad para gestionar asuntos administrativos y financieros en nombre de la empresa extranjera. Contar con representantes bien informados garantiza el cumplimiento de la normativa española y ayuda a sortear las complejidades de operar en un mercado extranjero.

    Consejos finales para registrar con éxito una empresa en España

    Registrar con éxito una empresa en España requiere una preparación minuciosa y atención a los detalles. Estos son algunos consejos clave que le ayudarán a lo largo del proceso:

    • Comprender los requisitos legales: Familiarícese con las estructuras empresariales, las obligaciones fiscales y las leyes laborales de España para garantizar su cumplimiento. Esto te ayudará a tomar decisiones informadas sobre la estructura más adecuada y a evitar posibles complicaciones legales.

    • Prepare toda la documentación necesaria: Reúna y prepare con antelación todos los documentos necesarios, como el NIE, el certificado de denominación social, el certificado bancario, la escritura de constitución y otros documentos legales. Asegurarse de que la documentación está completa y es correcta agilizará el proceso de registro.

    • Elija la estructura empresarial adecuada: Considere detenidamente los pros y los contras de cada estructura empresarial (sociedad unipersonal, S.L., S.A., etc.) y seleccione la que mejor se adapte a sus objetivos, recursos financieros y planes a largo plazo.

    • Manténgase informado sobre la normativa fiscal: España tiene obligaciones fiscales específicas para las empresas, como el impuesto de sociedades, el IVA y las cotizaciones a la Seguridad Social. Estar al día de estos requisitos es crucial para mantener el cumplimiento y evitar sanciones.

    • Utilice los recursos locales: Utilice los servicios locales de consultoría empresarial, los organismos públicos y los recursos en línea para conocer mejor el entorno empresarial español.

    PREGUNTAS MÁS FRECUENTES

    ¿Puedo registrar una empresa en España si no soy residente?

    Sí, los no residentes pueden registrar una empresa en España. Sin embargo, tendrá que obtener un NIE (Número de Identificación de Extranjero) y designar a un representante legal y fiscal que se encargue de los asuntos administrativos y fiscales en su nombre.

    ¿Cuál es el capital mínimo necesario para crear una empresa en España?

    El capital mínimo exigido depende del tipo de estructura empresarial. Para una Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.), el capital mínimo es de 3.000 euros. Para una Sociedad Anónima (S.A.), el capital mínimo es de 60.000 euros, de los cuales al menos el 25% debe desembolsarse por adelantado en el momento del registro.

    ¿A qué impuestos estará sujeta mi empresa en España?

    Su empresa estará sujeta a diversos impuestos, como el Impuesto sobre Sociedades, que suele ser del 25%, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), del 21%, y las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados. Los empresarios individuales tributarán por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), con tipos progresivos que van del 19% al 47%.

    ¿Tengo que darme de alta en el IVA al abrir un negocio en España?

    Sí, si su empresa vende bienes o servicios sujetos al IVA, tiene que darse de alta en el IVA. A partir de ese momento, tendrá que presentar periódicamente declaraciones de IVA, aunque tenga una pequeña empresa.

    ¿Es obligatorio tener una cuenta bancaria española para registrar una empresa?

    Sí, necesita abrir una cuenta bancaria en España para depositar el capital necesario para su empresa. Se necesita un certificado bancario que confirme el depósito para el proceso de constitución.

    ¿Puedo dirigir una empresa en España a distancia sin trasladarme?

    Sí, es posible gestionar un negocio en España sin trasladarse. La designación de un representante legal y fiscal y la tramitación de los procesos administrativos a través de un poder notarial le permiten gestionar su empresa a distancia. Esta opción es ideal para empresarios extranjeros que deseen establecer su presencia en España sin desplazarse físicamente.